Feminismo espiritual, feminismo terrenal y Sant Medir

¿Qué? Mujeres palestinas y mujeres judías bailan y ríen juntas por la paz. ¿Juntas? ¿Bailar, reír? Mujeres que activan la paz. ¿De verdad? Que sí, que sí, asegura mi amiga del alma desde el otro lado del teléfono. Feminismo espiritual, feminismo terrenal.

Yo pienso en el 8 de marzo, el día internacional de la Mujer. Y lo que escribí sobre ello hace un año inspirado por Rigoberta Bandini y la letra de su canción “Ay mamá”:

“Tú que podrías acabar con tantas guerras” (…). “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas. Sin ellas no habría humanidad…” (https://bit.ly/3IILwAb).

Todo es posible desde otra mirada. Sí, y mi amiga del alma pone el foco en un encuentro del próximo 29 de marzo donde mujeres palestinas de territorios ocupados y judías trabajan conjuntamente en un proyecto que llaman «The Mothers’ Call».  Feminismo dialogante.

Tres protagonistas: Reem Alahjajra (mujer palestina de Cisjordania, miembro de Women of the Sun), Hana Deganit (mujer judía miembro de Women Wage Peace) y Samah Salaime (mujer miembro de una comunidad de familias palestinas y judías). Una mesa mediada por la experimentada periodista Cèlia Cernadas. Aquí en Barcelona, en el Born Centre de Cultura i Memòria.

Es una actividad comisariada por JCall Barcelona, una plataforma comprometida con asociaciones israelíes y palestinas que trabajan conjuntamente contra las políticas discriminatorias, por la igualdad y los derechos humanos.

Imprescindible la incorporación de las mujeres que trabajan conjuntamente para la resolución de conflictos. Feminismo espiritual, feminismo terrenal. Y mi amiga del alma me comenta que este encuentro se enmarca en el ciclo “Tres días de marzo” (aquí la programación https://bit.ly/41gQ3Cb), bajo el lema “Mujeres, bailar, reír, resistir”, inspirado en el espíritu de Emma Goldman, para conmemorar el 8 de marzo.

¿Emma Goldman?, pregunto.

Síiii…!!! Su biografía es fascinante. Fue una escritora lituana a quien se le atribuye las palabras “Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”, que nunca escribió, pero que resumen su espíritu activista. Y convertida en icono del feminismo por otra activista, Alix Kates Shulman, quien ya estuvo lidiando por la liberación de la mujer desde los años setenta.

Ya tengo un lío de nombres en la cabeza. Apasionante sin duda. Atrevidas.

Y mi amiga de alma insiste en el punto terrenal y espiritual del feminismo. Es necesario que la feminidad esté presente en todos los ámbitos desde el humor y la música, bailando. Forma parte del diálogo y de las propuestas en la construcción de los procesos de paz. Mujeres judías y palestinas apuestan conjuntamente por ello. Celebración de la vida, sí.

Tomo nota. A punto ya de colgar el teléfono, me dice:

Jordi, espera. Hablando de celebraciones, ¿has participado alguna vez en las fiestas de Sant Medir?

Y antes de darme tiempo a contestar, me comenta que Rosa, la presidenta de Dolça, le ha dicho que me invite.

¿A qué? ¿Qué es esto de Dolça?

A disfrutar. Uno de sus momentos más álgidos es el 3 de marzo. Y Dolça es el nombre de unas de las 22 colles participantes. Recorren las calles de Barcelona en caballo y repartiendo caramelos. Para endulzar la vida, que falta hace.

Acepto la invitación. ¿Por qué no? Pinta dulce. Bailemos con la vida siguiendo el espíritu de Emma Goldman. Sí.