Queda la esperanza y el poder de la rosa, ¿o no?

A tiro pasado. ¿Y qué? El día de Sant Jordi me iba a quedar tranquilito en Caldes de Montbui. Aunque su calle principal también se llenara de sugerentes puestos con mil detalles sobre rosas, dragones y figuritas de Sant Jordi, libros incluidos, seguiría siendo mucho más sosegado que el centro de Barcelona.

No me equivocaba, no. Lo pude comprobar porque mi amiga del alma me sedujo, una vez más, para que la acompañara a Barcelona. Y fui, claro. Tampoco me arrepiento. Aunque todo fue muy y muy intenso. Me reencontré con bastantes colegas y amigos. Siempre me aportan. Siempre aprendo algo. Me alimenta.

En este caso, la esperanza. La esperanza al ver tantos libros, y tanta curiosidad por sus páginas. Y más ahora que se fomenta tanto la desesperanza y la impotencia.

Mi amiga del alma me llevó hasta los puestos del Dry Martini de Javier de las Muelas. Hace tiempo que no coincidía con él y nos saludamos. Ahí estaban también mi amiga y creadora de La Contra, Ima Sanchís, con sus compañeros Víctor Amela y Lluís Amiguet. Cálidos abrazos. Y me quedé con su libro “Cómo salir en ‘la Contra’”, la sección de entrevistas más longeva de la prensa europea. Libro auspiciado por la siempre inquieta Ana Godó. Tantas entrevistas a tantas personas autoempoderadas en la última página de La Vanguardia. El poder del atrevimiento integrador. Y me alimenta la esperanza, claro.

Ahí con ellos estaba el puesto de otro colega mío, Santiago Tarín y su libro “Los crímenes de los pasos perdidos”. Otra alma inquieta que ha querido reflejar en sus páginas crímenes reales y la pobreza como fuente del crimen. Y que ante todo ello surge la capacidad extraordinaria de una mujer única. No desvelaré más. Solo que la esperanza reside en la feminidad, el poder de la rosa. Me lo recuerda mi amiga del alma, claro. Más esperanza.

También en el Dry Martini se encuentra otro ser que no para de recorrer caminos existenciales. Alexis Racionero, plasmando historias, incluso personales. Como hace cuatro años con “El viaje del héroe”. Porque mucho depende de nosotros mismos, y no de las circunstancias. Nos conocemos desde hace bastantes años. Hablamos un ratito y de uno de sus últimos libros “El método Flick”. ¿El secreto de Hans Dieter-Flick, entrenador del Barça? Cultivar la confianza, la de verdad, en las situaciones difíciles. En este caso los resultados ya son evidentes. Y una vez más así se alimenta la esperanza.

Como lo ha hecho Joan Manuel Serrat. Lo recoge con extraordinaria sensibilidad otro amigo mío, periodista y músico, Jaume Collell, en su libro “Serrat, la música de una vida”. Collell quien también formó parte de Els Joglars e ideó para La Vanguardia el suplemento satírico “El Burladero”, que se publicó semanalmente durante más de diez años. Otro atrevimiento integrador y que tantos lectores aplaudían.

Todavía en el Dry Martini también coincido con Rosa Mundet, quien fue directora de Arte e impulsora de tantos cambios de diseño en La Vanguardia. La admiración es mutua. Me reconforta. Igual que el encuentro también ahí con mi amiga y periodista Lola Molinero. Hablamos de su hija, Serena Sáenz, que triunfa en el mundo de la ópera, recorriendo Europa y ganando premios. El mundo del arte. La creatividad. Más esperanza.

Y con esta esperanza camino hasta el paseo de Gràcia para encontrarme con otro colega sensible y muy admirado. Lluís Uría. Con él se puede hablar de todo dialogando. Un lujo. Como su libro “Por qué amamos a los franceses (pese a todo)”. Una invitación al arte de vivir. Más esperanza.

Como la que me despierta, desde que la conocí, Alba Irene González. Plasmado en su libro poético “Detrás de los espejos”. Ahí reivindica la libertad de expresión de la feminidad, buscando el equilibrio entre el compromiso social y el lirismo íntimo. Sencillamente fantástico, sobre todo si se la puede escuchar en directo en un escenario donde ella misma se va acompañando con el piano mientras recita sus versos. Más esperanza.

Y atrevimiento. Como el que muestra María de Santos Romero y su libro “El autismo a través de mis ojos: Más allá de un diagnóstico”. A través de su historia, la autora desmonta mitos, visibiliza lo que tantas veces pasa desapercibido y nos desafía a replantearnos todo aquello que creíamos saber.

Con tanta intensidad vuelvo a casa. Con ganas de digerir. Pero la cosa no para aquí. Durante el viaje, mi amiga y pintora Natalia Cajiao se pone en contacto conmigo para recordarme la exposición colectiva en la Sala Gótica del Reial Cercle Artístic de Barcelona, donde ella participa con su obra Matriz Cósmica. No está quieta. Es una artista comprometida. Promueve la empatía y la autocompresión a través del arte para construir una nueva humanidad conectada y capaz de superar bloqueos emocionales, la ansiedad y la falta de expresión creativa en la sociedad moderna. Contribuye a la esperanza también.

Llegando al pueblo de aguas termales, mi amiga del alma quiere recordarme que el poder de la rosa se manifiesta de muchas maneras. También a través de Esther Tenedor, una artista multidisciplinar, de Caldes de Montbui, precisamente. Su obra se expone en todo el territorio peninsular y en otros países de Europa. Su propósito es difundir la feminidad, la mujer y la naturaleza con pinceladas místicas, espirituales. Como la rosa, el motivo de sus últimas obras.

Más alimento para la esperanza. Tantas personas aportando creatividad…

Está anocheciendo y la calle principal de Caldes de Montbui está llena de pequeños infantes, legítimos herederos de la esperanza. Indagan curiosos, los libros, las rosas, los dragones y los Sant Jordi. El futuro está latiendo, creciendo en espiral, estructura integradora de polaridades. Como la rosa, símbolo alquimista por excelencia. La esperanza y el poder de la rosa. ¿O no?

Para mí, sí. He de reconocer que me conmueven todos estos encuentros que he vivido hoy.